La admiración por las composiciones del maestro Antonio Lauro le dieron un vuelco sorprendente a mi vida, gracias a uno de sus valses -para mí el más hermoso- Natalia. Me atreví a ir más allá de los acordes de una guitarra, adentrándome en esas afinaciones sublimes que se encuentran en este instrumento para interpretarlo, aunque le dediqué mucho tiempo a esas prácticas jamás lo conseguí.

Tocar ese vals me tenía inquieto, hasta que un día pensé interpretarlo con mi cuatro. Por mi destreza con este instrumento creí que se me haría más fácil. Día tras día intentaba encontrarla en esas cuatro cuerdas, fueron momentos de mucha ansiedad. Pero una mañana, finalmente, después de tanto buscar a Natalia, ella me encontró a mí, en una afinación encantadora que me hizo erizar la piel. Me vibró todo el ser. Me sentí cerca de Dios. 

Al darme cuenta de que había logrado sonidos, y una afinación nada familiar, seguí practicando para no perderla. Al tener ya seguro ese sonido entre mis cuerdas -y por la necesidad de saber si esto que estaba haciendo ya se había hecho antes o no- investigué hasta llegar a reunirme con el maestro Hugo Blanco, quien al escucharla se maravilló diciéndome que: “Había revolucionado el cuatro, al diferenciarse del Cambur Pintón. Esta afinación le da más al cante. Esa sonoridad no la encontraríamos en la música clásica o popular Venezolana. Había creado un nuevo método con el cuatro”...

Esta afinación me encontró hace 20 años y hasta la fecha no se ha podido registrar. No le han dado el reconocimiento que merece, aún no tiene seguidores ni la he escuchado por otros intérpretes, pero a pesar de ello he logrado componer cinco valses, música instrumental, clásica y merengue. 

Quiero mantener la venezolanidad del cuatro porque a diferencia de la guitarra, con el cuatro pueden charrasquear, improvisar y crear melodías que sin cerrar los ojos te pueden envolver en una magia celestial, acercándote más a Dios.

Escritura:
Edicta Pineda
Fotografía:
Hayfer Brea
Lugar:
Av Panteón, Caracas
Fecha:
19.3.2016
Pero una mañana, finalmente, después de tanto buscar a Natalia, ella me encontró a mí, en una afinación encantadora que me hizo erizar la piel.
No items found.

Más Historias

Juegas...
Elijes...
Thank you! Your submission has been received!
Oops! Something went wrong while submitting the form.

Mi equipo, mi segunda familia

Jessua Rodríguez
El fútbol me aleja de las cosas malas del barrio. Me dicen que pruebe, y yo respondo: “no, porque soy futbolista”.

Soy un vivenciólogo social

Diógenes Córdova
Lo que se resiste persiste, lo que se acepta se transforma.

Un ciudadano de a pie

Cheo Carvajal
Hay que ser activista desde el espacio donde uno esté.

Pescando lo posible en medio de lo imposible

Jon Paul Rodríguez
Yo no creo que las circunstancias determinan lo que uno es o hace.

La Judoca adolescente

Raquel Cabello
Con este deporte siento que ocupo bien mi tiempo, hasta me sirve para desahogarme si tengo algún problema, en vez de pelear o molestarme.

A big little piece of good

Dana Housh
We may have not the same skin or eyes color; it doesn’t matter if we speak different languages or eat different food, we all live in this planet.
© 2023 Cultura Epix
PrivacidadTérminosCookies