Lo mío son las artes. Estudié un semestre de Química pero ahí mismo lo dejé. En el colegio creía que me gustaban las ciencias, luego me di cuenta de que no era así. Hay que tener valor para agarrar otro rumbo cuando sientes que no estás en tu lugar. La danza es lo que me apasiona y, en los últimos años, la comunicación ha formado parte de mi vida.

Aunque empecé a bailar oficialmente en 2017, es algo que me ha acompañado desde pequeño. En el colegio todos los trimestres hacían una representación de algún baile tradicional. Mi mamá me decía que no me metiera porque había que pagar vestuario y ella no podía, pero cuando hacían las audiciones para escoger a los bailarines siempre salía seleccionado. Luego me regañaba por no haberle hecho caso pero, al final, me encogía de hombros muerto de la risa.

Cuando bailo cuento una historia, busco transmitir aquello que no puedo expresar con palabras. Interpreto a los demás e incluso a mí mismo. Me inclino más hacia lo contemporáneo a pesar de que me interesa transmitir emociones positivas. Existe la tendencia de asociar este estilo de danza con sentimientos tristes. Yo, en cambio, quisiera mostrar alegría.

Una de las cosas que me ha enseñado mi mamá es que no se puede afrontar la vida con cara de cañón. Es impresionante la fuerza que tiene una sonrisa. Caminar por la calle, sonreirle a un desconocido y que esa persona te devuelva el gesto es algo que todavía no puedo explicar. Para mí tiene mucho valor. Soy muy optimista, más allá de la realidad, siento que siempre hay una solución.

Me gustaría estudiar Comunicación Social y seguir en mi formación como bailarín. Sin embargo, me mantengo abierto a cualquier cosa que despierte mi curiosidad. Considero que uno no debe ponerse limitaciones, no hay que esperar el momento perfecto para hacer lo que te gusta. Si tienes una idea no necesitas capital ni fecha, tu motivación es suficiente para arrancar.

Uno de mis objetivos actuales es crear un canal de YouTube dedicado al baile. Es mi manera de integrar la danza y la comunicación. Quiero contar historias que inspiren. Buscar la manera de ayudar a otros, motivarlos a que se descubran ellos mismos a través de lo artístico. Que puedan explorarse.

En mi anterior trabajo tuve la oportunidad de conocer varios proyectos de emprendimiento y conectar con sus creadores. Ya para ese momento había comenzado a desarrollar mi parte humanista, a escribir ideas sueltas. Por esa misma época hice un curso de Personal Branding en Bloxie que amplió mi visión de las cosas. Actualmente trabajo junto a ellos en la producción y organización de eventos, labor que me ha permitido aprender muchísimo.

Estoy seguro de que todo lo que he hecho me servirá en un futuro, así me haya gustado o no. Cada experiencia cuenta. Pero hoy puedo afirmar que mi camino está ligado a las artes. Cuando me bloqueo la danza aclara mi mente. Solo debo levantarme, ponerme los audífonos y comenzar el movimiento.

Escritura:
Camila Lessire
Fotografía:
Elizabeth Hernández
Lugar:
Los Palos Grandes, Caracas
Fecha:
13.2.2018
Considero que uno no debe ponerse limitaciones, no hay que esperar el momento perfecto para hacer lo que te gusta.
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