Cuando fui a Jamaica por primera vez y conocí la realidad de ese país no volví a ser el mismo. Hasta el momento lo que tocaba era metal junto a Edgar Rodríguez, un amigo de infancia. Fue un disco de reggae que escuché en el carro de un pana, lo que me despertó la curiosidad por conocer dónde hacían ese tipo de música.

De Jamaica, más allá de lo melódico que me gusta mucho, me llamó la atención la forma de vivir del pueblo jamaiquino, son tan felices, a pesar de lo poco. Enseguida supe que quería que Venezuela fuese así de feliz. Esto es uno de los grandes aprendizajes de mi primer viaje a ese país, además de encontrarme conmigo mismo y con lo que quiero como misión de vida.

Al llegar formamos Negus Nagast y, a pesar de que nunca me había pasado por la mente ser cantante, terminé siendo el vocalista de la banda. Después nació Papashanty de forma improvisada durante un jamming de jazz y luego surgió mi proyecto solista como OneChot. En todos los casos las letras de las canciones han tenido como objetivo despertar la conciencia social.

Despertar la conciencia social, en lo personal, es mi necesidad de vida. Creo que lo llevo en las venas. Si pudiera transformarme en otra cosa sería un mago. Así podría ayudar a todos con sólo pensarlo. Hacer milagros o cambiarle la vida a los desvalidos. Creo que el mundo debería ser igualitario, de hecho, igualdad sería mi última palabra antes de pasar a otro plano.

Estuve a punto de morir de un disparo en la cabeza. Y qué lástima que para amar la vida tuve que estar al borde de la muerte. Pero ese accidente me hizo percatarme de que Dios me quiere en el mundo para algo. Por eso creo que mi misión es unir a este país. Sacar a este país adelante a través de mis canciones.

De pequeño siempre quise ser veterinario o futbolista, pero la música me acompañó desde quinto grado de primaria y, a pesar de que estudié Comunicación Social, cada día estoy más seguro de que este es mi camino, aunque nunca es tarde para comenzar de nuevo.

Suelo ser optimista y determinado. Voy para adelante, sin vacilar. Con frecuencia me pregunto cómo quiero ser recordado, lo pienso un instante, pero enseguida, encuentro la respuesta, como alguien que le aportó algo a su país.

Escritura:
Camila Lessire
Fotografía:
Raquel Cartaya
Lugar:
Alta Florida, Caracas
Fecha:
17.9.2016
Estuve a punto de morir de un disparo en la cabeza. Y qué lástima que para amar la vida tuve que estar al borde de la muerte.
No items found.

Más Historias

Juegas...
Elijes...
Thank you! Your submission has been received!
Oops! Something went wrong while submitting the form.

Soy un vivenciólogo social

Diógenes Córdova
Lo que se resiste persiste, lo que se acepta se transforma.

Mis tres pilares

Jhoan Andrade
Mis pensamientos están siempre alineados con lo que dice mi corazón y, cuando practico esta filosofía, no existen límites.

Mi vida Boheme

Daniel De Sousa
El plan es mover a la gente, inspirar y trascender.

El reto de ser músico

Alejandro Muñoz
Formar músicos que ahora son unos virtuosos y unos grandes en las orquestas, gente de bien y con valores, es mi grano de arena para el país.

Tamborero toca tu tambor

Armando Manuel Moreno
El tambor representa para mí el corazón, el primer órgano que desarrollamos.

Aquí somos felices todos

Betty Páez
En aquella época era una cosa linda y bella.
© 2023 Cultura Epix
PrivacidadTérminosCookies