La transferencia de conocimientos es algo a lo que siempre he estado muy abierta. Me gusta enseñar pero también aprender. Como proyecto futuro me gustaría verme en unos años con un grupo que esté bajo mi liderazgo; una empresa de talento humano. Un lugar donde las personas puedan descubrir sus dones, identificarlos y explotarlos al máximo. Mi objetivo es ayudarlos a visualizar sus capacidades. Uno debe ser consciente de sus virtudes y talentos y tratar de ser siempre mejor.

Como misionera de la Iglesia Católica me siento plena llevando mensajes de amor y consuelo a las personas que lo necesiten, creo que debo brindarle a los demás la oportunidad de descubrir sus talentos mientras cumplo con la inspiración que tengo de servir. Oriento mi vida a seguir a Jesucristo y seguir las pautas para alcanzar el cielo. A mí me motiva el paraíso. Comprendo que estamos de paso y en deuda con Dios, que nos da talentos para ponerlos a su servicio. Él pone en cada uno de nosotros cosas únicas y por eso quisiera hacer algo para retribuir a los demás.

No me gusta tomar muchos riesgos, prefiero estar en algo que me haga sentir segura porque le temo al fracaso. Poner todo mi esfuerzo en algo y al final no ver los frutos de mi sacrificio, me aterra.

Mi mayor logro sería casarme y formar una familia. Siento, como mujer, que es un milagro dar vida a otra persona. No necesito demasiado para ser feliz, solo necesito ser apasionada con todo lo que hago.

Escritura:
Beatriz Müller
Fotografía:
Raquel Cartaya
Lugar:
Country Club, Caracas
Fecha:
19.12.2016
No necesito demasiado para ser feliz, solo necesito ser apasionada con todo lo que hago.
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